Me acabo de dar cuenta que el Efecto Natalia Oreiro lo aplico cada vez en más cosas.
A ver, les explico el concepto: el dichoso efecto consiste en la sencilla fórmula siguente: No es que sea fea, es que no la tolero, elaborada a partir de la explicación dada a la Srita Paula de por qué no como miel.
Hoy me di cuenta que con las telenovelas brasileras me pasa lo mismo. No digo que sean malas, simplemente no las soporto, no puedo engancharme (eso que soy culebronera al mango!)... eso de escuchar algo y ver que la boca se mueve distinto no me agrada y ni hablar de las voces espantosas, latinoamericanas neutras, absolutamente tooooooooodas iguales en toooooooodas las novelas.
*Sorry por el titulo poco imaginativo