Lo unico que me genera emoción acerca de mi cumpleaños son los regalos, como cuando era chica, pero no por la cuestión material, sino por el factor sorpresa, porque veo en qué medida pensaron en el hecho de regalarle algo a alguien, no por compromiso, sino porque quieren hacerlo.
Y que me pregunten qué quiero me molesta cada vez más. Ojo, no es lo mismo preguntar qué es lo que necesito, o qué me hace falta, pregunta típica de mi madre o alguna tía (amén de algún amigo, que ya preguntó lo mismo =P). Preguntar qué quiero, qué me gustaría es no saberlo, no conocerme.
Personalmente, cuando es así, preferiría que no me regalen nada.