Desde hacía rato que jodía con un cambio de aire, con la necesidad de irme, pero me acabo de dar cuenta que no tenía mucho sentido.
Hace un mes que, con más o menos fuerza, esa idea está abandonando mi cerebro, que me di cuenta que si algo debía cambiar, no era el ambiente (igual algo de playa no le hace daño a nadie) sino yo.
Sólo debía saltar, brincar, rebotar, cruzar, volar, tirarme, lanzarme, precipitarme, desprenderme
Hace casi dos meses que no me como las uñas... (nunca hablamos de los dedos =P)