Anoche los fui a ver acompañana de mis señores padres y sra hermana y mi srita amiga Ceci.
Son unos genios, ídolos, grandes, grossos, lo más de lo más de lo más. Hace mucho que no me reía hasta las lágrimas; Salí del teatro con dolor en la mandíbula y lla panza de tanto reirme.
Daniel Rabinovich, sos lo más, te amamos!!!!
Por supuesto, nada en la obra se comparó con la descarnada lucha entablada entre mi madre y el estacionamiento del Congreso y las 4 vueltas manzana hasta poder retomar Rivadavia, pero, cómo lo único que yo le había pedido fue que no doblara en U (maniobra habitual de mi Sra progenitora) en avenida de Mayo y cumplió, no tengo nada que reprocharle.