Que rara es la memoria...
Jugando a las cartas y hablando de la invación griposa, me acorde del primer cuento de Cortazar que me leyó mi papá. Por culpa del catarro, salió el cuento Cartas a una Srita en París (la cuestión de la sensación de los conejitos en la garganta) y no se cómo ni por qué, se me hizo como un remolino (el que mezcla los besos y la ausencia??) y me acordé que ese había sido el primer cuento que mi papá me leyo de Julito, cuando yo tendría 8 o 9 años